martes, 17 de diciembre de 2013

Nadie me quita lo vivido



¿Mi vida? Bueno… mi vida. Es ahora algo difícil de describir, de decir. Yo llamaría esta vida que he tenido en los últimos meses “nueva vida”. Han pasado demasiadas cosas. Comenzando por ese viaje que me mantuvo alejada de todo, de todo lo que quería escapar ya hacen mucho tiempo, que me alejó de toda la mierda por la que estaba pasando, que me hizo pensar por mí primero en tanto tiempo, que me hizo dar cuenta que yo era la única que decidía si salir o quedarme en eso, y tantas cosas, en ese “mundo de mentira” como le solía decir. Claro, ¿qué iba a ser la “vida real” eso? Era demasiado perfecto. Ver a las mismas personas todos los días, personas que no conocías y que probablemente jamás volverías a ver después de eso, pero que sin embargo te podían hacer sonreír y podías confiar en ellas como jamás lo harías con las que has visto diariamente durante ya unos años, donde lo único que querían era ayudarte a levantarte y no dejarte caer, querían que crezcas y no destruirte. Parecía un cuento de hadas, pero en fin, todo tiene su final y hasta lo mejor tiene sus dificultades. Muchas veces, deseé irme y justo cuando ya estaba sucediendo me dolió irme, no quería. Me negaba, pero ¿qué iba a hacer? Volví y de nuevo a lo mismo, claro. Ya no era la misma, ni siquiera físicamente. Muchas cosas habían cambiado. Había visto a personas que eran todo para mí después de haberles hablado unos cuantos minutos cada semana. Casi nada, pero así fue.

La bienvenida fue bonita en el aeropuerto, con un gran abrazo y flores, globos, un cartel. Jamás lo pensé de él. ¿Saben? Jamás. ¿Quién diría? Yo no sentía absolutamente nada, ni siquiera sentía que lo había extrañado, pero él estaba tan nervioso con el simple hecho de volverme a ver. Luego, estuvo mi mamá, claro es mi mamá… me hizo falta. Pero en fin, todo normal. Aquel día fue perfecto, no estaba apurada en volver, y se me cumplió porque el otro vuelo se retrasó. Al día siguiente, sucedió algo que realmente que me marcaría y cambiaría mi vida, que le daría el giro de 180° que ya necesitaba, y ya estaba dando lentamente. Se acabó todo, y ni siquiera tuve que terminarlo yo. Sentí que verdaderamente ahora sí no había vuelta atrás –a pesar de que eso lo había un millón de veces y definitivamente no había cumplido–, pero esta vez sí sonaba realista. Y así fue. Ni siquiera lo quería, ¿cómo sería tan hipócrita de decir que lo hacía cuando no pasaba absolutamente nada? Claro. Cometí muchos errores en ese tiempo, porque tampoco dije como eran las cosas, pero vino alguien más a mi vida de improviso que me hizo sonreír y ver las cosas de otra manera como jamás pensé y que le estoy eternamente agradecida, pero como siempre… los que mejores me tratan, son los que peor trato y bueno, todo el mundo se cansa. ¿Quién diría que él sería la excepción? Nadie, pues no lo fue, pero con él comencé a vivir lo que siempre quise, y con otras amigas y con todas las personas que me conocían, o bueno… “me conocerían”, porque definitivamente no era la misma estúpida, sumisa de toda la vida, ahora era Valeria, no era lo que él había querido que yo fuera, y bueno, fue un cambio radical. Un cambio completo, obviamente no era la misma, era quién siempre quería ser, claro que con algunos fallos.

En ese tiempo, pasaron demasiadas cosas. Salía prácticamente todo el fin con mis amigas, me alejé un poco de mi familia, o sea, en el sentido de que ya no pasaba tanto tiempo con ellos como antes, porque ahora salía más. Conocí a demasiadas personas. Tuve muchísimos amigos, conocí a alguien      que realmente me sacó una sonrisa verdadera, y entre otras cosas… Básicamente fue una etapa de transición. Entre lo que siempre quise ser y lo que era, entre ser yo quien regía mi vida o alguien más. Una etapa un poco complicada al comienzo, pero que ciertamente no dejaría ahora por nada.

Ahora siento que tengo la vida normal, una que siempre quise tener. Claro, a veces ya es un poco exagerada en algunos aspectos y es que he vivido 2 años básicamente encerrada en un mundo él que no era correcto para alguien como yo, que no era para nada bueno y ahora todo es diferente, sencillamente no entiendo como algo así podría cambiar tan rápido.

“Sometimes you just need to lose yourself in a lonely, beautiful place”

Una vez leí eso y juré que no había visto algo más perfecto en mi vida. Era demasiado preciso, ese día comprendí que era lo que necesitaba. Y en fin, desde ese día, demasiadas cosas cambiaron.

Y bueno, ya he hablado demasiado de mi vida personal, pero con respecto al resto… a esta parte de escribir. Siempre será mi pasión, aunque no me dé tiempo últimamente, es algo que siempre voy a amar. No quiero desprenderme de eso. Sencillamente que a veces te da escribir de otra cosa, de algo nuevo, a veces la ideas sólo llegan y quieres llevarlas para adelante, no quieres soltarla. Pero bueno, debes de terminar lo que un día empezaste, ¿no? Al menos eso es lo que pienso. Odio la mediocridad, siento que si empiezo algo debo de terminarlo así me lleve lo que me lleve, me cueste lo que me tenga que costar. Así que después de escribir esto, entiendan que si seguiré con la novela.  

Sé que no sirve de tanto que diga todo esto, pero no es que haya desaparecido porque sí. Sencillamente que tuve un gran cambio en mi vida. Creo que uno de 360°, porque volví al punto en el que siempre debí de permanecer y realmente todo eso cambió mi perspectiva de cómo eran las cosas. Es increíble cuanto he podido crecer en estos meses.

Gracias por darme un poco de su tiempo.


Vale<3 o:p="">

viernes, 18 de octubre de 2013

Cap. 126°: "En cuestión de mensajes"

(100+) summer nights | Tumblr

Yo he visto un par de veces a la mamá de Selena en todo el tiempo que tuvimos una relación, por eso me impresionaba que ella estuviera preguntando por mí.

—Ah, ¡mándale saludos! —le dije.
—Sí, yo se los mando —me dijo—, pero bueno. No es por presionarte, aunque es la enésima vez que te lo pregunto —se rió—, pero ¿qué dices? Sino para cambiar los planes con mi mamá.
—¿Sobre salir a comer?
—Sí.
—¡Pero yo les invito la comida! —protesté.
—No, no te preocupes. Yo te invito.
—Quién te dijo para salir fui yo, no tú.
—Pero yo quiero invitarte. ¿Acaso no se puede?
—No, porque me da vergüenza.
—¡Tonto! —exclamó ella.
—No lo soy.
—¿Entonces eso es un sí? —me preguntó ella, segurísima de que sí quería salir a comer con su mamá y bueno obviamente que con ella.
—Mmm…
—¿Mmm? ¡Vamos di que sí!
—Está bien —acepté.
—Bueno, entonces quedamos bien un ratito más tarde, ¿sí? Te mando un mensaje, tengo que irme.
—Sí, no te preocupes —le dije.
Adiós —me colgó.

En ese preciso momento, sólo quería matarlos. Me habían metido en esto y realmente sólo acepté por compromiso. Ahora, lo único que me quedaba era rezarle a Dios para que la mamá de Selena no vaya. Definitivamente, no sería la mejor situación del mundo y aparte, yo no quiero nada con ella y si salgo con ellas dos, su mamá va a pensar que estoy jugando con su hija.

—¿Qué fue? —me preguntaron.
—¿No escucharon? —dije molesto.
—¡Remember!
—¿Remember? —cuestioné—. No sé qué voy a hacer. Te juro que por mí, tirarme del techo con tal de no ir.
—¿Cómo no vas a ir? —me preguntó Ryan— ya quedaste.
—Y encima con su mamá —agregó Chaz—, la cosa esta seria.
—¡Por sus culpas! —exclamé—. ¡No quiero veeerla! Te juro que no. Mucho menos con su mamá. Me quiero morir.
—¿Qué podría ser lo peor que puede pasar? —preguntó Ryan.
—Bueno, que nos vean, nos tomen fotos y que ella las llegue a ver y que todo el mundo las vea y piensen otra cosa que no es.
—Lo puedes aclarar y aparte, ¿qué importa? Que ella lo vea, es el punto.
—No quiero hacerle daño —le contesté a Ryan— y aparte, nadie me creería.
—¿Pero y lo qué ella te hace?
—Nadie la conoce a ella —le dije—, a mí sí me conocen. No quiero quedar mal con ella ni con nadie y no quiero ilusionar a Selena.
—¿También te importa ella? —me preguntó.
—No se trata tanto de que me importa o no, sino porque yo no quiero jugar con ella. No es correcto. A nadie le gustaría eso.
—Ahora vienes a hacerte el correcto —dijo Chaz—, cuándo ayeeer…
—Ayer nada —dije, riéndome un poco a pesar de que estaba muy molesto.
—“Borró cinta”* —dijo Ryan.

*Se olvidó de todo.

—¿Qué tienes? —pregunté—, ayer no hice tonterías.
—Si tú dices.

Los dejé hablando, no tenía ganas de escucharlos. No estaba para tonterías, ahora tenía preocupaciones más grandes y reales y especialmente por la culpa de ellos.

No voy a mentir, ________(tu nombre) me preocupaba y realmente estoy muy entusiasmado con ella, pero ella no conmigo y es algo que puedo solucionar luego y no porque no le dé prioridad sino porque seguramente ella está ocupada. Lo que está ocurriendo ahora es lo de Selena.

—¿Qué pasa? —me preguntó Ryan—, ¿por qué tan concentrado?

No le contesté. Chaz también se metió, pero los ignoré a ambos, pero no sirvió de mucho ya que se abalanzaron encima de mí para moverme las manos.

—¿Qué quieren?  —pregunté molesto.
—¿Qué tieneees?
—¿Qué mierda voy a hacer? ¡No quiero verlaaaa!
—Ya sabes que tienes que hacer, ¿no? —me dijo Ryan.
—¿Qué?
—No ir y punto.
—Pero no puedo hacerle eso —le dije— ¡si hasta ha hablado con su mamá!
—Pero es su problema, no el tuyo —dijo Chaz—, sólo no vayas.
—¡Tú qué sabes! —exclamé.
—Sí —dijo Ryan— no ayudas.
—Por eso las chicas no te hacen caso—le dije.

Ryan sólo lo miró dijo “¡uuuy!” y comenzó a reírse. Chaz se puso rojo.

—Bueno, tal vez por eso besé a _______(tu nombre) antes que tú.

Ryan hizo lo mismo, pero ahora yo me puse rojo.

—Cállate, fue un juego. Nada serio.
—¿Seguro? —preguntó él riéndose.
—¡Cállate! —dije un poco inseguro.
—Yaya, déjense de tonteras —interfirió Ryan—, ¿qué piensas hacer?

Mi celular sonó. Definitivamente no era el mejor momento, pero el mensaje…

Just, ¿te parece solo tú y yo? Paso a recogerte a las 6, ¿está bien? Y no te preocupes, no será público, será algo discreto.

Leí el mensaje en voz alta.

Si bien me sentía con un peso menos encima, igual no quería salir con ella, pero al menos la situación era menos comprometedora.

—Ya, ¿de qué tanto te preocupas? —dijo Ryan— si ni siquiera va a ir su mamá y van a estar en un lugar discreto.
—Igual no quiero, no quiero que luego piense otra cosa —le dije.
—Pero bueno, o lo hac es o te haces el enfermo, ya te dije.
—Por mí morirme, pero no sé qué hacer.

Horas después…

Fuimos a mi casa porque Chaz tuvo que salir.

—¿Entonces qué hago? —pregunté por enésima vez en ese día.
—Elegir que te vas a poner —me contestó Ryan— ya son las 5.
—¿QUÉ?
—Sí, mira el reloj.

Lo miré.



—Ya, mira, elige que ponerme mientras yo me baño —le pedí.
—Sonaste a mujer —me dijo— ponte cualquier cosa.
—No, tú elige. Tú debes saber, sales como que con 5 chicas por semana. Ya tienes experiencia.
—¿Acaso la quieres impresionar? —me preguntó.
—No, pero tampoco quiero aparecer como un vagabundo.

Yo mismo estaba cayendo en esto de las contradicciones, pero lo dejé ahí y me metí a ducharme. Sí sé que estaba con el tiempo a las justas, pero sólo quería tomar un baño para relajarme y pensar bien las cosas. Era lo que había necesitado todo el día.

Fin de la narración.

Narras tú:

Ya eran cerca de las 7 de la noche. Ahora estaba con mis amigas caminando por ahí, cerca de un parque. No estábamos haciendo nada más que hablar y caminar. No sé qué haríamos hoy.

—¿Qué hacemos? —pregunté.
—No sé, ¿qué sale hoy? —preguntó Ximena a las demás chicas.
—¿Lo mismo del otro fin?
—¿Qué pasó el otro fin? —cuestioné intrigada—. Acuérdense que yo no estuve aquí, ¡ah!
—Nada, sólo salimos con unos amigos y bueeno… —dijo Alyssa mirando a las chicas y riendo.
—¿Ah? —las miré raro— ¡qué habrán hecho!
—¡Ya nos conoces! —exclamaron ellas y yo reí.
—Bueno, entonces volviendo a mí pregunta. ¿Qué sale hoy? —les dije.
—¿Los llamo? —me preguntó Valentina.
—¿A quiénes?
—¡A los chicos!
—Pero quiénes pues.
—A Alex y sus amigos.

Supuse que eran personas que conocía. Me había ido hace poco, nada interesante habría pasado en tan poco tiempo.

—Llámenlos pues.

Los llamaron, les mandaron mensajes, de todo. Yo sólo esperaba. No sabía hasta qué hora tenía permiso, pero supuse que todavía era temprano. Antes me daban permiso como que hasta las 11:30, por lo que todo es seguro, pero mandé un mensaje para ver si me daban hasta un poco más tarde. Estaba segura que accederían. Ya cumpliría 15, estaba con mis amigas después de tiempo y no sé cuándo las volveré a ver.

Minutos después…

Llegaron todos los chicos. Yo me sentía un poco incómoda para entonces porque habían algunos chicos que yo no conocía y también estaba muy incómoda con la presencia de Alex por lo que había ocurrido, y bueno también estaba Gianfranco, pero yo no le daba bola ni importancia.

—Me quiero ir —le susurré a Ximena.
—Cállate y saluda —me dijo.

En esos momentos me sentía “bendecida” de tener una mejor amiga así, que definitivamente le importaba poco a nada. Tal vez sólo quería que conociera más personas.

En fin, le hice caso, saludé a todos hasta que llegué a Alex. Él era quien estaba al final, y bueno Gianfranco estaba un poco alejado porque estaba hablando por teléfono, así que básicamente era el penúltimo.

—Hola —me dijo con una sonrisa y dispuesto a darme un beso en la mejilla como era costumbre.
—Ah, hola —le contesté fríamente y lo esquivé lo más rápido posible.

Me acerqué hacia donde estaba Gianfranco para saludarlo porque justo había terminado de hablar por teléfono.

—Hola —me dijo sonriente, exactamente como Alex.
—Hola, ¿cómo estás? —le contesté con una sonrisa de la misma manera.

Estaba segura que Alex estaba mirando todo ello. Podía sentir sus ojos mirándonos, pero no le di importancia. Yo estaba un poco enojada por lo que había ocurrido.

Una vez que había terminado, volví con mis amigas porque ya todos estaban en grupo.

—¿Qué vamos a sacar? —preguntó uno de los chicos.
—No sé, ¿qué sacamos? —preguntó Ximena.
—¿Cuánta plata tienen? —dijo Alyssa— mucho depende de eso.

Supuse que estaban hablando de sacar trago. No estaba muy interesada en esas cosas y más por el hecho de que estaba quedándome con mis abuelos y como que no sería correcto llegar a su casa oliendo a alcohol, probablemente pensarían “¿qué le ha pasado?” o “¿qué le han hecho allá en Atlanta?”.

—¿Van a tomar? —pregunté estúpidamente, pero quería asegurarme.
—Sí, ¿la haces? —me preguntó Alyssa con una sonrisa.
—No tengo plata —les dije.
—No importa —me contestó—, será algo así como que regalo de cumpleaños adelantado.

Sólo me reí. Tampoco les iba a decir que no en ese momento, sino cuando pasara.

—¿Entonces cuántos tenemos?

Comenzaron a poner la plata en el centro y al final, vieron cuánto tenían y al final comenzaron a hablar de número de botellas y de marcas. No sé qué tanto habrían hecho en mi ausencia, así que me limité a escuchar.

—Ya bueno, ¿entonces quiénes van a comprar? —preguntó Alex.
—Tú pues —dijo Ximena.
—¿Qué quieren tomar?
—Mmm… no sé… —hizo una pausa Valentina— elige tú, ______(tu nombre), ¡por tu cumpleaños!
—Pero aún no es —respondí riéndome.
—¡Es mañana!

Y me acordé de ese pequeño detalle. Entre tanto viaje, entre fiesta y salida con mis amigos, me olvidé. No es que no le dé importancia, pero… no sé. Supuse que me darían más tiempo con mayor razón.

—Me da igual —dije— cualquier cosa está bien.
—Entonces… mmm… ¿un vodka?
—¿Ron?
—¿Tequila?

Comenzaron a decir 50 mil tragos distintos. A mí me daba igual, finalmente no pensaba tomar. Entre tanto, me puse a hablar con mis amigas.

—No quiero tomar —le dije a Alyssa.
—Pero te vamos a cuidar —me dijo.
—No quiero tomar —le dije riendo—, no lo hago. Y me estoy quedando con mis abuelos, ¿cómo les voy a hacer eso?
—¿Segura? —cuestionó.
—Sí, aparte tú sabes que yo no tomo.
—Está bien —dijo—, mejor estás así.
—¿Y ahora? Yo no quiero que me insistan para tomar.
—No les hagas caso —me dijo.
—Pero van a estar molestando.
—No, vas a ver. Yo haré que no te molesten.

Me sentía como una niña pequeña quejándose con su mamá, pero sea lo que sea, no tenía ganas ni humor para hacerlo. Finalmente, ni lo estaban haciendo por mí, sólo con la excusa de “mañana es tu cumpleaños”.

La mayoría de ellos eran mayores que yo. Ya habían cumplido 15 o algo así. Incluso alguno de esos chicos ya tenían hasta 16 o un poco más. Estaban en su último año de colegio, creo. Obviamente que para ellos era más normal que una chica que recién va a cumplir 15.

—Ya, entonces ¿quiénes vamos a ir a comprar? —preguntó Axel.
—Mmm… no sé, ¿vamos ________(tu nombre)? —me preguntó Ximena.
—¡Vayan ustedes!

Y de pronto, todas las personas que estaban ahí comenzaron a decirme para que vaya. No quería que alguien pasara y me viera comprando, pero no dije nada. Al final, molestaron tanto que terminé accediendo. Comenzamos a caminar con Ximena y Alex.

—No sé para qué me dicen que vaya —les dije.
—Para que cargues pues —dijo Alex riéndose.
—¡Sí, seguro! —dije sarcásticamente.

El celular de Ximena comenzó a sonar.

—¿Quién te llama? —pregunté.
—Alyssa —me dijo, mientras agarraba su celular— no sé qué quiere.
—Pregúntale pues.

Fin de la narración.

Narra Justin:

Después de una larga ducha y ponerme lo que Ryan eligió, me vi al espejo y no estaba mal. No era elegante, pero tampoco muy casual, era algo intermedio, porque realmente no tenía ni la más mínima idea adonde íbamos a ir.

—Yaa, entonces, ¿estoy decente? —le pregunté a Ryan.
—Sí, estás bien —me dijo— o sea, probablemente parecemos un par de chicas como cuando hablan de ropa, pero creo que estás bien. ¿Te dijo a qué tipo de restaurante irían?
—No, pero “algo discreto”.
—Mmm… sólo falta que aparezca con vestido —dijo él riéndose.
—¡Cállate! —exclamé— no creo. Me daría vergüenza.
—¿Verla con vestido? —me preguntó.
—No, sino que venga toda elegante y yo así… porque eso también significaría que el restaurante sería un poco caro por el hecho de ser elegante y no quiero hacerla perder tanta plata en mí.
—¡Aaay! Quién como ustedes —dijo—, pero en fin…

Mi celular comenzó a sonar.

—¿Te está llamando?
—No —respondí—, sólo es un mensaje.
—Ya, lo leeré.
—Pásamelo.

No estaba de humor para sorpresas, así que esperaba que fuera un mensaje de la línea telefónica o algo por el estilo.



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¡Hola chicas! ¿Cómo han estado? Sé que me demoré un poco en escribir, pero bueno... he tenido varios asuntos, también tuve que leer la novela de nuevo para ponerme al corriente con algunos detalles que ya había olvidado, pero algo es algo jaja, en fin, ojalá les guste. 

Quería escribir un post para mi otro blog (If you just dream), pero primero quería subir este capítulo, así que... creo que lo subiré luego, tiene algo relacionado con esta novela y todas las cosas que han ocurrido, pero será cuestión de tiempo. Ojalá lo tenga listo para ahora. 

Cuídense chicas, ¿sí? Un beso :) ¡ah! y las preguntas las respondí en los mismos comentarios. Quiero decir, he respondido los comentarios que tienen preguntas, pero en sí leí todos y quería agradecerles a todas :) sólo que si respondía cada uno se me pasaría un poquito el tiempo, pero al menos las dudas que tenían espero haberlas resuelto. ¡Trataré de subir uno este fin de semana! Aunque tengo que leer un libro para el colegio jajaja. ¡Haré mi mayor esfuerzo!

Vale<3 b="">

lunes, 23 de septiembre de 2013

¡Reviví! (¡Ya estamos en primavera!)

I'm Back, Bitch.

¡Hola chicas! Sigo viva por si acaso jajajaja. Bueno, mi viaje no duró el tiempo que pensaba, porque la verdad es que cuando escribí no tenía ni la más mínima idea que día iba a regresar con certeza, y bueno, también debo de añadir el hecho que todo el tiempo que no estuve aquí, tuve clases y perdí todo, he regresado hace ya unas semanas, pero tuve que básicamente estudiar todo lo que avanzaron en mi ausencia, ponerme al día en todos los cursos y hacer innumerables trabajos y estudiar para un montón de pruebas. Es la primera vez que uso mi laptop después de tanto tiempo para lo que quiera y no para hacer trabajos, así que ahora me siento aliviada y ahora les pido perdón. 

Definitivamente voy a acabar con esta novela. ¡Lo que se empieza, se acaba! O al menos esa es mi forma de pensar. Bueno, ahora he venido con más ganas de hacer las cosas porque realmente ahora estoy más que contenta con la vida que estoy llevando, siento como si hubiera vuelto a nacer (qué estúpido sonó eso jajaja). Y bueno, estuve leyendo los comentarios de la última entrada de mi blog, y bueno estaba lo que pucha que no iba a terminar la novela y también una mentira total. A mí en mi campamento no me ha pasado nada, he estado bien de salud todo el momento, no entra en mi cabeza quién podría decir que me ha pasado algo porque las personas cercanas a mí ni siquiera saben que escribo, así que es una farsa total así que no le tomen importancia a ese tipo de cosas. 

Bueno, también ¡Feliz Primavera! Aunque creo que es atrasada, pero bueeeno... ahora sí, ¡volví! Y definitivamente con todooo, ¡las quiero mucho! Para el próximo capítulo, responderé todas las preguntas y dudas que tengan, así que dejen sus comentarios o algo si tienen duda y los responderé para la próxima vez :) 

Vale

martes, 18 de junio de 2013

Cap. 125°: "Tal vez me hiciste un favor"

Play it <3 | via Facebook
"No juegues con una chica que puede jugar mejor que tú, perra". 

—¡No seas idiota Justin! —exclamó Chaz.
—Sí, huevón.
—Pero…
—¿Pero qué? —cuestionó Ryan molesto— acá no hay peros. Ese chico básicamente se la estaba tirando*. 

*Tirando, cachando, cogiendo (saben a lo que me refiero).

—Sí, ¡piensa! ¿Qué? ¿Vas a poner mil de peros? Habla con esa huevona. ¿Cómo te va a hacer eso? —siguió Ryan.

Me sorprendió que estuviera tan enojado y dijera tantas cosas de la que ahora era su “hermanastra”.

—Sí, dile algo. Más bien, háblale ahorita —me dijo Chaz.
—¡NO! ¿Qué le voy a decir?
—No sé, pero háblale.

En un abrir y cerrar de ojos ya no tenía mi celular y ellos le habían escrito idiotez y media, pero cuando me acerqué a ver, sólo vi que ya lo habían mandado a ella y a quién le estaban escribiendo.

—¿QUÉ MIERDA TIENEN? —grité y les quité mi teléfono.

Me senté y comencé a leer lo que le habían escrito a ________(tu nombre):

Definitivamente, tú te pasas de viva chibola*, si tú querías hacerte la viva conmigo para luego irte con tus amigos para ir a besarlos, ponerte en esas posiciones, es tu problema. Y sí tienes razón, tal vez me hiciste un favor, finalmente Selena está 10 mil veces mejor que tú.

Chibola*= generalmente se les dice así a los niños(as) o a las personas que son menores que uno.

Claro, después de eso no era menos esperar que viera esto:

Selena, ¿qué vas a hacer hoy? ¿No quieres salir conmigo un rato a comer algo? Hay que vernos, escuché que estarías por acá. Te extraño.

Después de eso, sólo los miré.

—Creo que ya saben lo que tienen que hacer, ¿verdad? —les dije.
—¿Qué? —los dos parecían no entenderme.
—No sé que van a hacer para solucionar esto. Porque yo no pienso ver a Selena y yo jamás diría algo así de _______(tu nombre).
—No jodas —me dijo Ryan—, tú vas a salir con Selena.
—Sí, y ________(tu nombre) lo tiene bien merecido —agregó Chaz.
—¿Cómo vas a decir eso? —le dije—. Yo no voy a salir con Selena jamás. Y no lo tiene merecido, está bien que haya hecho tremenda estupidez, pero no merece que le hablen así como si fuera cualquier cosa. Acuérdate que es una mujer.
—Puta, ya perfecto, después de todo lo que te hizo… —dijo murmurando.
—Habla más alto pues Chaz —le dije.
—¿Qué? —se metió Ryan—, ¿prefieres que te digan tus verdades en voz alta para que luego te pongas como un idiota?
—No es eso —le dije— sólo que me jode que murmure.
—¡Ya cállate! —me gritó Chaz— pareces mujer, tanto que te quejas.
—¡No seas machista! —exclamé.
—Y tú no te pongas así, todo gay.

Me cansé de escucharlos, así que sólo agarré mi celular y le escribí a ________(tu nombre):

No fui yo. Fueron Chaz y Ryan después de ver la foto con tu amigo, salías bonita, ¡ah! (:

Sí sé que lo más probable después de que leyera eso, era que me mandara a la mierda o que no me creyera, pero tenía una oportunidad para hacerle saber que vi su foto, aunque a estas alturas le debe de importar muy poco, pero bueno… ahora no sé qué hacer con Selena, pues si le digo que eran ellos sonaría como diciendo “lo último que quiero hacer en mi vida es verte” y aunque sea casi cierto al 100% no quería sonar así de atorrante. Así que realmente no sabía qué hacer con eso.

—Arreglen lo de Selena —les dije— no sé qué van a hacer, pero yo no pienso decirle que ustedes le hablaron porque se va a sentir ofendida como si jamás quisiera verla.
—¿Y no es así? —preguntaron.
—Sí, pero ella no debe de saberlo. ¿Qué idea va a tener de mí?
—Bueno, después de todo lo que le dijiste anoche borracho… sencillamente dudo que responda tu mensaje.
—Ah verdad —dije— ¡mierda!

De pronto un celular sonó y escuché que era el mío.

No estoy en la ciudad. Recién voy a llegar, bueno acabo de aterrizar. Estoy con mi mamá, pensábamos ir a comer en la noche. Si deseas podrías ir con nosotras.

Les leí lo que Selena me había mandado en voz alta.

—¿Ven lo que han hecho? —dije molesto— ¿ahora qué voy a hacer? ¿Ah? ¿Qué le digo? “¿Sabes qué Selena? No fui yo, fueron los idiotas de Ryan y Chaz y ni muerto pienso salir a comer contigo y con tu mamá porque eso significaría que pienso que regresar contigo y es lo último que quiero ahora”.
—¿Y por qué no regresarías con ella? —preguntó Chaz.
—Porque no me gusta pues, porque yo estoy enamorado de ________(tu nombre).
—¡Eso sonó tan lindo! —exclamó Ryan—, pero lástima que ella te hizo todo eso.
—¡Cállate! —exclamé.
—Sí, pero es verdad. Así que sal con Selena, a ella de hecho que todavía le interesas.
—Pero a mí no y prefiero no ilusionarla porque me importa y no quiero hacerle daño.
—¡Pero acabas de decir que te importa! —exclamó Chaz.
—Sí, me importa… tal y como me importa Caitlin, ¿me entiendes? Porque es mi ex y obvio que no me gustaría dañarla.

Después de lo que dije, Chaz se puso un poco rojo, seguramente se sintió un poco incómodo con lo que dije porque pensaba que me refería a él, aunque no era así necesariamente.

—Ya bueno, entonces sólo tienes dos opciones: o le dices que fuimos nosotros, sonando lo más atorrante posible —dijo Ryan haciendo una breve pausa—… o sencillamente puedes aceptar las cosas como son y salir a comer un rato con ella.
—Te olvidaste de la opción que realmente voy a tomar —le dije.
—¿Cuál? —me miró él extrañado.
—En la que dices que tú y Ryan van a ser hasta lo imposible para solucionar lo que ustedes mismos arruinaron.
—Pero no podemos hacer nada —me reclamó.
—Sí, porque tú eres su amigo.
—Hace tiempo que no hablamos —reclamó.
—Bueno, hoy es otro día y volverán a hablar —le dije—, ¿ya tienes su número verdad?

Me senté en el sillón y los vi, con una cara de pocos amigos que me querían asesinar.

Fin de la narración.

Narras tú:

—¡Mira! —me dijo Ximena—, sales linda —y se rió.

Me acerqué y vi que era la foto con Alex.

—¡Mierda! —exclamé—, ¿quién la colgó?

Después de eso, agarré mi celular para ver si me habían etiquetado, pero tenía un mensaje, era de Justin y después de leerlo, había otro echándole la culpa a Ryan y a Chaz.

—Mira esta huevada —le mostré el mensaje que había recibido.
—¿Quién te dijo eso? —me preguntó.
—¿No ves ahí que dice “Justin”, más grande que tu cabeza? —le dije un poco exaltada.
—¡Ya! Tranquilízate.
—Ya —respondí—, pero ¿qué le respondo a él?
—No sé. Mmm…

Estaba nerviosa, sentía algunas cosas dentro de mí que exactamente me hacían sentir como la persona más cómoda del mundo y eso que yo lo había mandado a la mierda en la mañana.

—Déjalo en visto —me dijo ella.
—¿Pero has visto todo lo que me ha dicho?
—Sí, por eso. ¿Qué le vas a decir? ¡Déjalo! Seguro está enojado… ya se le pasará.
—Pero es que no se trata de que esté enojado o no —le dije— eso me importa muy poco. Sólo que él no puede hablarme así.
—Pero ya te dijo que fueron Chaz y Ryan.
—Bueno, ellos mucho menos —reclamé.
—Pero peléate con ellos, no con Justin.
—¡Pero él permitió que agarraran su celular para que me dijeran eso! —seguí protestando.
—¿Vamos a seguir peleando tan inútilmente hasta que te vayas sólo por lo que te dijo Justin?
—¿Pero qué quieres qué haga? —protesté— no me pienso quedar callada, mientras ese trío me falta el respeto.

Ella comenzó a reírse y yo me enojé mucho porque quería su ayuda.

—Mejor no te cuento nada —le dije— porque para que te pongas a reír…
—Es que yo te digo que no digas pero y es lo primero que haces.
—¡Pero es que no sé qué hacer!

Y su risa fue más fuerte hasta el punto que casi todos comenzaron a vernos.

—¿QUÉ MIERDA HAGO? —pregunté molesta.
—Nada, ¿qué vas a hacer?

Odiaba cuando se ponían —mis amigas— en esa situación conmigo. Así que decidí ignorarla e ir a buscar a Alyssa quién se había ido.

—Mira, lo que me escribió Justin —le mostré—, ¿qué le respondo?
—¿Por qué te dijo eso? —preguntó.
—Creo que por la foto que me tomaron con Alex cuando se puso así conmigo.
—Ah ¡cierto! —dijo ella—, pero tienes que admitir que no fue la mejor foto del mundo y que cualquiera pensaría así porque dudo demasiado que a ti te hubiera gustado ver una foto así de él.

Yo trataba de comprenderlo, pero ni siquiera era mi culpa y aparte es mi amigo de toda la vida, lo conozco desde que era chiquita y estábamos jugando y a diferencia de él: yo estaba sobria y como ya dije, lo conocía y no tenía otras intenciones.

—Ya la vi —le dije— y no dije nada.
—¿Cuándo? ¿Acaso viste una foto de él tirado en el piso con una chica en una posición un poco sugerente?
—No, pero vi una foto de él en el que prácticamente estaba besando una chica.
—¡Ah verdad! —dijo ella—, a ver, muéstramela.


Busqué la foto y se la mostré. Tenía la ilusión de que iba a poner una cara de sorprendida, pero su reacción fue totalmente diferente a la que pensé que tendría.

—¿Te pusiste así sólo por esa foto? —me preguntó— era más que obvio que estaba ebrio y también que sólo estaban bailando. No entiendo porque lo mandaste a la mierda.
—¿Todavía me preguntas? —le dije molesta—, ¿no estás viendo?
—Las fotos que tienes de tu fiesta están peores —le dije— y esta foto definitivamente es la peor. No seas tan dura, es tu culpa.
—¿De qué lado estás?
—De ninguno, sólo estoy siendo justa porque no le encuentro un motivo lógico para enojarte con Justin.
—¿Por qué te pones así? —pregunté— ¿sólo porque es famoso? A mí no me interesa que lo sea o que sea pobre y no tenga ni donde caerse muerto.
—No lo digo por eso —me dijo.
—¿Entonces? ¿Por qué? —le pregunté—, ¿por qué es bonito?
—Bueno, en parte sí.  Porque es bonito y bueno y te quiere y tú mira cómo te pones por cosas que verdaderamente no tienen sentido.
—No tendrán sentido para ti —le dije—, pero la verdad es que yo tengo razón porque lo juzgo como quién es: una persona común y corriente.
—Sí lo sé, pero estás exagerando un poquito con tu actitud.
—Ya, perfecto. ¿Entonces  qué hago? ¿Le aplaudo? Obviamente no.

Me molesté, porque mis amigas se estaban poniendo de su lado. Como si yo fuera la mala. Es mi vida, yo hago lo que quiero con ella. Ellas sólo se ponen así porque es famoso y es simpático, nada más. Pero eso para mí no importa y así él sea el rey del mundo, me da igual, lo que él hizo no era correcto.

—Ya bueno, sólo admite que los dos se equivocaron y que ninguno de los dos es perfecto —me dijo.
—Yo jamás lo insinué.
—¡Deja de ponerte a la defensiva! —me reclamó.
—Pero no me estoy poniendo a la defensiva.
—Entonces deja de decir pero.
—Pero no quiero.
—¿Entonces qué hacemos? —pregunté molesta.
—Nada. Tú contéstale lo que creas conveniente.

Le contesté:

¿Me vas a hablar así después de lo que hiciste? Él es mi amigo de toda la vida.

No tenía intención de responderle otra vez o estar pendiente a ver si me contestaba al toque.

Fin de la narración.

(En Atlanta).

Narra Justin:

—¿Aló?
—¿Quién es? —pregunté extrañado.
—¿Qué? ¿no tienes mi número guardado? —preguntó.
—Amm… no, ¿por qué?

Era la voz de una chica, pero realmente no lograba reconocerla.

—¿Mamá? —pregunté.
—¡No! —exclamó riéndose—, no lo soy.
—¿Entonces?
—En serio sigo sin creer que hayas borrado mi número —me volvió a repetir.
—No quiero sonar grosero —dije—, pero en serio no sé quién eres.
—¡Just!
—¿Selena? —pregunté estúpidamente.
—¡Sí! Inmaduro.
—¿Selena? —dije a punto de que me dé un infarto.
—¡Sí tonto!

Me quería morir. No podía imaginar que ella era quién me estaba llamando. Estaba nervioso. ¿Qué querría? ¿Por qué no sólo esperó a que le contestara el mensaje que me envío?

La puse un momento en silencio.

—¿Quién es? —me preguntaron.
—¡Es Selena! —dije impresionado.
—¿QUÉ HABLAAAS? —me preguntaron.
—¡Sí! ¡Se los juro! —comencé a decir— tengo miedo. No sé qué decirle.

—¿Justin? —preguntó al ver que no le respondía—, ¿estás ahí?
—Sí —dije una vez que le había sacado el silenciador— ¿cómo estás? ¿qué tal el viaje?
—Bien, todo bien gracias. ¿Tú? ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu fiesta de anoche? —me preguntó riéndose.
—¿Mi fiesta de anoche? —cuestioné.
—Sí pues, ¿no te acuerdas?

Ahora estaba dudando a quién había llamado realmente… si a ________(tu nombre) o a Selena. ¿Ella como va a saber lo de la fiesta de anoche?

—¿Acordarme de qué? —pregunté entre risas para disimular.
—Que me llamaste —me dijo.

Entonces comencé a hacer memoria cuando la llamé.

—¡Ah verdad! —exclamé—, perdóname por favor. Estaba un poco ebrio. Es que me había pasado un poco del límite.
—No te preocupes —se rió—, suele pasar. Pero jamás pensé que estarías hasta ese punto.
—En serio perdóname. No tienes ni idea de cuán avergonzado me siento ahora.
—No le tomes importancia —le dije—. Todo normal. En fin, ¿qué dices? ¿Nos vemos hoy?
—¿Hoy día?

La volví a poner en silencio.

—¿Están escuchando todo lo que me está diciendo? ¿Ahora qué le digo? —comencé a mirarlos en busca de una respuesta.
—Que no quieres pues.
—Pero así no quiera, debo de hacerlo.
—¿Por qué?
—¡PORQUÉ YO LE DIJE PARA SALIR! —grité— o bueno, ustedes.

—¿Estás ocupado? —me preguntó—, ¿prefieres que te llame más tarde?
—Nono —le respondí—, lo que pasa es que no sé qué me está diciendo mi mamá.
—Oh, bueno. ¿Entonces qué dices?
—Pero me da cosa salir con tu mamá. No quiero incomodarla.
—¡Claro que no incomodas! —exclamó—, ¿cómo lo harías? Mi mamá justo me estaba preguntando sobre ti.
—¿Ah sí? —cuestioné—, ¿qué te decía?
—Nada, de cómo estabas, de qué era de ti y todas esas cosas.

Yo he visto un par de veces a la mamá de Selena en todo el tiempo que tuvimos una relación, por eso me impresionaba que ella estuviera preguntando por mí.

—Ah, ¡mándale saludos! —le dije.
—Sí, yo se los mando —me dijo—, pero bueno. No es por presionarte, aunque es la enésima vez que te lo pregunto —se rió—, pero ¿qué dices? Sino para cambiar los planes con mi mamá.
—¿Sobre salir a comer?
—Sí.
—¡Pero yo les invito la comida! —protesté.
—No, no te preocupes. Yo te invito.
—Quién te dijo para salir fui yo, no tú.
—Pero yo quiero invitarte. ¿Acaso no se puede?
—No, porque me da vergüenza.
—¡Tonto! —exclamó ella.
—No lo soy.
—¿Entonces eso es un sí? —me preguntó ella, segurísima de que sí quería salir a comer con su mamá y bueno obviamente que con ella.

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¡Chicas! ¿Cómo están? Perdón por aparecer después de mucho tiempo. Esta semana no he tenido tiempo para nada, sólo les diré que todos los días he estado madrugando para terminar mis trabajos. Bueno, ¿se acuerdan que hace un tiempo les dije que iba a irme dos meses? Bueno llegó el día y recién voy a viajar hoy. Justo en un ratito, y voy a irme a un lugar donde no voy a tener ni laptop ni internet ni absolutamente nada. Es algo así como un campamento. ¡Créanme! Y espero que todo este tiempo fuera me ayude a cambiar mi mentalidad sobre muchas de las cosas que tengo ahora. ¿Y quién sabe? Tal vez tanto tiempo lejos me ayudará a incluso ya tener una idea de qué sucederá en esta novela (aunque ya la tengo más o menos) o para visualizar el final (aunque de por sí les puedo asegurar que aún falta mucho para eso) ¡y tal vez una idea para otra! Chicas, créanme, es algo muy importante para mí. Voy a volver en agosto, casi dos meses. El tiempo se va a pasar volando, les apuesto que ni siquiera van a notar mi ausencia. Bueno, no les escribo más porque no tengo tiempo. 

PD: Sí sé que la foto no tiene mucho que ver, pero realmente si han leído bien el capítulo, llegarán a entender.

¡Las quiero un montón! Cuídense. ¿Sí?



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